Chocolate peruano, nuestro tesoro ahora más cerca de nuestros hogares gracias a El Cacaotal. Un espacio que une productores e innovadores del cacao peruano con el compromiso de un comercio justo.
El Cacaotal
Se le llama Cacaotal a las plantaciones de cacao. En Perú, encontramos estas plantaciones en 14 regiones, Tumbes, Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Pasco, Madre de Dios, San Martín, Puno, Junín, Cusco, Ucayali, Huánuco y Ayacucho. Amanda Jo E. Wildey, antropóloga y especialista del cacao, se enamoró tanto del chocolate peruano que decidió quedarse en nuestro país para promover esta riqueza que muy pocos valoramos.
El 2015, Perú ganó su primera medalla de oro a nivel internacional. Desde tal fecha, se inició un boom del chocolate peruano trayendo consigo el incremento de producción de cacao y la aparición de nuevas marcas en el mercado. Sin embargo, se presentaron nuevos retos, como el de tener un comercio justo y promover la cultura del chocolate peruano en nuestro país y el mundo. Amanda, certificada como catadora de cacao y chocolate, tuvo la genial idea de crear El Cacaotal. Su objetivo es promover y expandir buenos métodos de control de calidad desde los productores hasta el consumidor final.
Así fue que se creó la primera tienda en Barranco. Un espacio dónde agrupan los mejores chocolates peruanos de diferentes zonas del país.
Cuando se me ocurrió la idea de hacer una tienda de chocolates tenía la motivación de crear una comunidad donde otras personas que visiten el país puedan ver que Perú tiene más tesoros que ningún otro país del mundo. Usar la diversidad de marcas para demostrar lo fuerte que es el chocolate peruano.
Amanda Jo E. Wildey
Chocolate peruano
En el camino, Amanda persuadió a muchos extranjeros de regresar a sus casas con maletas llenas de chocolate peruano. Y es que la pasión y felicidad que ella nos transmite al hablar de chocolate peruano te contagia la curiosidad de conocer más.
Por otro lado, fue un camino duro, ya que en el exterior se acostumbra a comer chocolates provenientes de Suiza, Bélgica, entre otros países en donde se consume grandes cantidades. También, fue igual de difícil aquí en Perú, en vista que el consumidor peruano no consume mucho chocolate peruano. Y OJO! no confundamos otras golosinas con bajo porcentaje de cacao y mayor en azúcares y/o saborizantes.
Estas piedras no fueron impedimento en el camino de Amanda. Al contrario, al ver que los clientes regresaban por más, la motivaba a seguir. En el último año, se sumó Felipe Aliaga, técnico agropecuario, especialista de café y quién llegó para mejoría de El Cacaotal.
Tenemos un promedio de 30 a 35 marcas pues nuestro objetivo no es agrupar todas las marcas posibles. Al inicio lo hice, pero en este último año y con mucha reflexión junto a Felipe, empezamos a tener otra selección. En vez de emitir cantidad quería que las personas pudieran confiar que todas las partes con las que trabajamos también tienen ética. Y este punto fue el que más me motivó para iniciar a reducir las marcas. Hemos ido puliendo y retirando marcas que no tienen la mejor practica con sus productores.
Amanda Jo E. Wildey
La mejor selección para un comercio justo
Amanda y Felipe son muy apasionados en lo que hacen. Se han ensuciado las botas muchas veces recorriendo el Perú para conocer, aprender y así poder crear un lazo desde el productor hasta el consumidor final.
Comenzamos con una reunión. Nuestro primer filtro es conversar para conocer quiénes son y de dónde proviene el cacao. Está de moda la palabra orgánico y muchos dicen tenerlo. Sin embargo, yo pregunto de dónde y me dicen de la selva. Entonces yo respondo ok pero de qué parte y dudosos me mencionan que es de San Martín. Continuo preguntando y de qué zona de San Martín y ahí muchos no saben que responder. Aquí les digo bueno adiós. Si no me pueden decir de dónde viene el cacao no pueden asegurar que el productor esté recibiendo un precio justo. A veces me siento como un policía que está interrogando pero es de primera importancia que el productor reciba un trato justo.
Amanda Jo E. Wildey
Asimismo, luego de pasar este primer filtro, los chicos piden unas muestras para catarlo y comprobar que el chocolate peruano esté libre de defectos. De otro lado, descubren sabores interesantes que ofrecen la gran diversidad de cacao peruano.
También, buscamos que tenga un buen temperado y esto lo notas cuando lo abres. El brillo homogéneo, ese color perfecto que todo este uniforme significa que el chocolate está siguiendo una curva de temperatura muy específica. Esto permite que su apariencia sea llamativa y se derrita de una manera uniforme en la boca.
Amanda Jo E. Wildey
Tasting box – Un recorrido por todo el país con chocolate peruano
Hoy, la situación de poder compartir y guiar a través de una cata es complicada. No obstante, Amanda y Felipe continúan creando ideas para acercarnos al mundo del cacao. En esta oportunidad, diseñan una caja con la mejor selección de sabores peruanos que juegan uno con el otro. ¡Una experiencia que puedes disfrutar en donde estés!.
La idea es que llegue a personas con mente abierta para experimentar el chocolate de forma distinta. El chocolate sabe distinto de acuerdo al lugar de donde proviene. El sabor del chocolate peruano cambia según su origen y porcentaje de cacao. Por lo que podemos compartir esta experiencia de juntar sabores de San Martín, de Ayacucho, entre otros. En conclusión, queremos subrayar y dejar en alto el cacao peruano.
Amanda Jo E. Wildey
A finales del 2019 realizaron catas de chocolate y café, y tuvieron muy buena acogida del público. Ahora, estas pequeñas cajas son el vehículo perfecto para compartir en casa. Finalmente, Amanda y Felipe nos cuentan que habilitarán una suscripción mensual para que podamos recibir nuestra Tasting box mensual de diferentes chocolates y café.
Felicitaciones y muchos éxitos